#8_Decidir significa renunciar
Tomar decisiones significa renunciar.
Y renunciar cuesta.
Especialmente cuando no tienes claro a qué.
Más allá de la consecuencia primera.
A mi tomar decisiones me cuesta.
Es una realidad.
Pero también he descubierto que el hecho de que me cueste
tiene una explicación.
Una que también me hace ser mejor persona y profesional.
Y me vale,
no se puede querer ganar en todo.
Si me has seguido estos días en redes sociales, he estado hablando de colores.
Como lo oyes.
Estos colores se refieren a energías cromáticas, y tienen una explicación obviamente.
Una seria (te dejo más info al final del correo).
Dos de mis preferencias son la roja y la azul.
Casi a partes iguales.
Los casi cuatro años como Directora de Marketing
destacaba por ser una persona: analítica, achiever y asertiva.
No es casualidad.
Ser una persona metódica y a la vez orientada a la acción,
me ha servido para llegar donde estoy
después de reinventarme profesionalmente en dos ocasiones.
Entre otros:
- Perseverar cuando estudiaba 10 horas diarias 6 días a la semana cuando opositaba para ser jueza.
- Decidir invertir en el MBA digital de mayor reputación a pesar del alto coste.
- Mudarme de ciudad por motivos profesionales sin miramientos por una gran oportunidad.
- Cuidar los detalles del contenido que comparto y filtrarlo incansablemente hasta que consigo aportar algo real.
Hay mucho que podría decir sobre cómo mis preferencias cromáticas me han ayudado a llegar hasta aquí.
Pero también me han jodido a ratos.
Especialmente la azul.
Por querer entender e identificar todas las opciones, necesitar tener todos los datos,
o tener la manía de evaluar (casi) siempre las posibles alternativas y soluciones.
Mi mente es como una centrifugadora a veces.
Son mi luz y mi sombra.
Según el momento.
Pero ahora entiendo que es así cómo (prefiero) tomar decisiones.
Y con ello no quiero decir que solo las tome de un modo racional.
Precisamente quiero decirte, que identificar y saber que eso ocurre,
me ayuda a usarlo a mi favor.
Frenarlo cuando me paraliza o limita,
y usarlo como un super poder para encontrar aristas donde otros no las ven.
Hasta aquí me he referido a que tomar decisiones cuesta.
Y ahora quiero hablar de a qué me refiero cuando digo
“que cuesta especialmente cuando no sabes a qué renuncias”.
Y este es el core de la mayoría de los casos con los que trabajo en los procesos de coaching.
A qué estoy dispuesto a renunciar y a qué no.
Y eso solo es posible si tienes claro cuáles son tus prioridades.
Estos días he estado en la montaña.
Evalué mucho esta escapada.
Básicamente porque era una de las opciones más caras,
aunque de las casas más bonitas e inspiradoras que he visto nunca,
que además admitía mascotas.
y con un jardín precioso.
Fíjate, que en todo lo que te he contado, hay una parte emocional bestial.
Belleza, tranquilidad, calma.
Eso no es tangible, no se puede medir con datos.
Y ahí está.
Tiene que ver con lo prioritario.
Con lo que me motiva, con lo que es realmente importante para mi.
Por mucho que quisiera llevar a la mente esta decisión,
tenía claro para qué lo hacia.
Y eso facilitaba mucho más las cosas.
Hablo de valores, y aquí había principalmente dos:
- Nido (pasar tiempo de calidad en familia y que nuestro perro de 13 años pueda disfrutar de lo que le gusta: la nieve, los ríos y la montaña).
- Bienestar mental y emocional (desonectar y descansar, un cambio de sistemas que también aclara la mente).
Se trata de entender:
- Cuál es mi forma particular de percibir la información, tomar decisiones y relacionarme con las demás.
- Cuáles son mis prioridades e innegociables para avanzar y seguir una hoja de ruta.
🧨 A tener en cuenta:
Todos somos una combinación de las cuatro energías cromáticas, solo que tenemos preferencia por alguna o algunas de ellas. Conocer nuestra preferencia cromática tiene un impacto en:
- Autoestima: tomas consciencia de tus puntos fuertes y del valor que aportas.
- Propósito: te permite alinear tus acciones y decisiones con tus objetivos a largo plazo.
- Autoconciencia: comprendes el impacto de tu comportamiento en ti y en los demás.
- Resiliencia: descubres tu capacidad para adaptarte a situaciones de estrés.
- Autencididad: te permites actuar en consonancia con tus valores personales.
Si quieres ampliar la información sobre este modelo te dejo toda la información aquí.
Hasta el próximo martes.
Atentamente y sin ánimo de encajar, Andrea 🤓
