#15_Basta de salario emocional
El otro día en una de las redes sociales una persona me dijo: "basta de salario emocional".
El comentario venía a raíz de un vídeo en el que yo me centraba en la necesidad de ponerse en valor uno mismo para no depender del reconocimiento de otros en el trabajo.
Insisto mucho en este tema porque es algo con lo que me encuentro habitualmente.
Si es tu caso, te diría que dediques un tiempo a pensar en:
- ¿De quién esperas el reconocimiento?
- ¿Para qué lo necesitas?
Yo no digo que el reconocimiento no sea necesario o un refuerzo positivo, lo que digo es que cuánto más en valor nos ponemos nosotros mismos conociendo nuestros puntos de fuerza y usándolos en el lugar adecuado, menos dependeremos de algo que ni podemos controlar, ni depende de nosotros.
Puede que estemos esperando el reconocimiento de alguien que no tiene las aptitudes o capacidades para hacerlo, o incluso de alguien que por cualquier motivo no quiere hacerlo.
¿Qué sentido tendría entonces dejar que algo que no depende de nosotros controle cómo gestionamos emocionalmente nuestro día a día en el trabajo?
Hecho este matiz, sigo con el tema del salario emocional.
Estoy de acuerdo en parte, pero quiero compartirlo contigo porque creo que esto es importante.
Estoy de acuerdo en que se abusa del concepto "salario emocional" en casos en los que no se refiere tanto a las necesidades y prioridades de una persona, en este caso del trabajador, sino en usarlo como moneda de cambio para unas condiciones laborales que no son las justas.
Desde ese punto de vista, entiendo y estoy de acuerdo con "basta de salario emocional".
En el punto en el que no estoy de acuerdo, y ya no solo desde un punto de vista personal sino además profesional porque lo he vivido en procesos de coaching y varios, es en subestimar el salario emocional en tanto en cuanto se refiere a la parte no económica que resulta prioritaria para algunas personas y que además pasa a ser clave para aceptar un trabajo o negociar una promoción.
Es decir, cuando es una decisión propia.
Te pongo dos ejemplos reales con los que yo he trabajado:
- "Prefiero cobrar menos dinero y que mi trabajo tenga de verdad un impacto real en el negocio y en el día a día de la empresa. Siento que lo que hago es en balde, para rellenar, que caliento mi silla. Mientras tanto la vida pasa, ¿qué sentido tiene hacer un trabajo que a nadie le importa para encima dejar de hacer cosas que a mi me gustaría hacer en mi vida personal?".
- "Prefiero trabajar en otra empresa en la que me paguen menos pero en la que realmente pueda crecer. Soy consciente que vivo en una jaula de oro aquí, pero también de la apatía con la que me levanto cada mañana. Quiero aprender, sentirme retada, crecer profesionalmente".
La insatisfacción laboral no es algo que deba tomarse a la ligera.
El trabajo nos ocupa el 30% de nuestro tiempo, de un total de 4.000 semanas que tiene la vida de una persona que cumpla los 80 años, esto ocurre durante al menos un 50% de nuestros años si los cálculos no me fallan.
Es muchísimo tiempo.
Y no se trata solo del tiempo, se trata además de las consecuencias a un nivel físico, mental y emocional.
- Falta de reconocimiento
- Distanciamiento del trabajo
- No sentirse involucrado
- Estar desconectado
- Perder el interés
- No participar en proyectos
- Tener conflictos con el equipo
- Falta de definición de roles
Estas no son solo algunas de las principales causas de insatisfacción laboral, son también las principales causas de Burnout y forman parte de ese mencionado salario emocional.
¿Es el salario emocional una patraña?
Bajo mi punto de vista, el término "salario emocional" no intenta restar importancia al salario monetario, sino ampliar la comprensión de la compensación que reciben los empleados. Reconoce que la remuneración económica es fundamental, pero también destaca otros aspectos del trabajo, como el reconocimiento, el desarrollo profesional y un ambiente laboral positivo, que pueden ser igualmente importantes para muchos empleados.
Aquí te dejo la encuesta que lancé ayer en Linkedin después de unas cuatro horas el resultado era este:
(Por cierto, puedes participar tu también aquí)
Te escribo el próximo martes.
Atentamente y sin ánimo de encajar, Andrea 🤓