#4_No sé si debería contarte esto
Hoy quería escribir un correo un poco distinto y he pensado en dividirlo en dos partes.
En la primera voy a contarte una historia que espero que te sirva. Lo creas o no, yo también estoy aprendiendo, y quería compartirlo contigo.
Sinceramente pienso que la persona que no está en constante aprendizaje o cree que ya lo sabe todo, no se ha enterado mucho de qué va la película.
En la segunda me gustaría simplemente tratar de hacerme previsible para futuros correos.
🙅🏻♀️ Parte I:
Al inicio de este proyecto decidí salir de mi zona de confort y escribí a una empresa que se dedica a ofrecer un tipo de formación determinada a grandes "corporates".
Evidentemente tienes que pasar una prueba, lo que ellos llaman certificación, para que te incluyan en su portfolio de formadores.
Preparé esa prueba, que se dividía en dos partes.
La primera tenía que ver con impartir un taller sobre un tema concreto relativo a una estrategia de business y la segunda más con la parte de coaching.
Quiero hablarte de la primera en especial.
Preparé el temario de un modo que poca gente podía saber más en ese momento que yo. De hecho, era un tema que conocía además por mi background en marketing y business.
Rehice su presentación para adaptarla y que fuera mucho más práctica y digerible.
Y propuse una dinámica algo más creativa que se adaptara mejor al contexto que me habían propuesto.
Al terminar me dieron feedback. Voy directa a la parte que me ha traído hasta aquí.
"Parece que haya dos Andreas. En la parte teórica que es evidente que controlas y además con un hilo conductor brillante, es como si desconectaras de los participantes para hacerlo excelente en cuanto a materia y pareces más fría, más distante.
En la parte de dinámica, de improvisar y de interactuar, es increíble cómo eres capaz de conectar puntos, de hacer las preguntas adecuadas. Tienes una sonrisa que ilumina la sala, deberías hacerlo más".
Al terminar de hablar con el responsable me preguntó, ¿cómo lo ves?:
Yo: "Entiendo que soy un diamante en bruto que todavía hay que pulir".
Él: "Eso es. La parte humana es excelente, la preparación también, es evidente que esto te importa. Pero al principio quizás sería bueno que empezaras de la mano con alguien para ser capaz de incorporar esta parte de integrar al grupo".
Salí de ahí y pensé "joder Andrea, ¿en serio?"
Me sentó fatal, como una patada en el culo. En mi exigencia lo vi todo negro, ¿no valía para dar formaciones? (soy muy de extremos sí, sobretodo cuando tiene que ver conmigo).
Durante unos minutos olvidé por completo:
- El tiempo que llevo haciendo esto y lo que ha supone empezar de 0.
- El trabajo para adaptar el soporte de la presentación a un público menos técnico que habían aplaudido.
- El hecho de haber dedicado tiempo y que me hubiera importado y cómo lo habían valorado.
- La importancia de las soft skills que o se tienen o no se entrenan.
- La sonrisa, eso es algo que no se compra, ni tampoco la escucha, la empatía o la conexión.
Y entonces me dije: "¿alguien te ha enseñado alguna vez a hacer esto?".
No podemos saber hacerlo todo, ni podemos pretender empezar de 0 y que no tengan que enseñarnos nada.
Lo que si podemos hacer es poner en valor todo lo que sí tenemos, todas las capacidades y talentos de los que disponemos.
Identificar dónde queremos ser mejores y trabajar en eso, si de verdad es nuestro objetivo.
Perdona, saber hacer las preguntas pertinentes sin incomodar, poder dar feedback sin que el otro se rebote, o tener la habilidad de conectar a través de la vulnerabilidad y la naturalidad, si eso no es un super poder, entonces qué lo es.
Me quedé con lo bueno: tengo las habilidades más jodidas, las que no se pueden enseñar, las que si se fuerzan quedan impostadas. Las otras las puedo aprender, solo necesito tiempo. Llegará.
¿Qué te quiero contar con esto?
Es muy sencillo y voy al grano:
- Que las cosas que haces de forma natural y sin esfuerzo, no significa que no tengan un valor o sean un talento. Celebra poder hacerlo con facilidad y úsalo a tu favor en cualquier entorno y momento.
- Estamos tan pendientes de todo lo que no tenemos / sabemos hacer, que desmerecemos todo el esfuerzo que hemos hecho para llegar hasta ahí.
Me he reinventado en dos ocasiones, y voy a seguir en esto.
No podemos pretender hacerlo todo bien. Es imposible.
👊🏻 Parte II:
Quiero terminar la Newsletter de hoy haciéndome previsible. Justo el fin de semana escuchaba un podcast y hablaban de las ventas. Vender da pudor parece ser. Y a mi en parte me ocurre, es una realidad.
He escuchado a gente de mi entorno decirme:
- Cuando haces vídeos en redes no está claro que hagas procesos individuales de coaching, deberías comunicarlo más. Así que aprovecho entonces para contártelo aquí.
- El contenido que compartes tiene mucho valor, intenta dosificarlo, la gente no lo va a agradecer... PUES por hoy he decidido que LO DEJO AQUÍ 🤪
Atentamente y sin ánimo de encajar, Andrea 🤓